Parecía que otro año más no sería así, que las cosas podrían cambiar. Que podríamos ver un nuevo espectáculo, que la emoción sería mayor, pero no. Aunque el Villareal siga más o menos la estela Madrid-Barça, se va vislumbrando cómo será el final de Liga. Y es que el Real Madrid y el Barcelona parece que no están dispuestos a abrir la Liga. Ya se puede apostar y seguramente sin perder que la Liga se decidirá en los Madrid-Barça y en las últimas jornadas.
La causa más obvia y más fácil de pensar es la que dice que es por el potencial de las plantillas. Lógico. Pero si estiramos de la cuerda vemos que el gran potencial de las dos plantillas viene precedido por unos presupuestos que cuadriplican el de sus inmediatos perseguidores. Más dinero para gastar, más dinero para pagar a los jugadores, más dinero para invertir. Y es un pez que se muerde la cola. Como son los equipos que más potencial tienen, son los que más gusta ver, por lo que la suma que cobran los dos grandes por los derechos televisivos es mucho mayor que el de los demás, y como ganan más, pueden fichar más y mejor, más potencial, más dinero por derechos, y así hasta conseguir un bucle infinito.
Viendolo de esta manera una solución podría ser la que ya han planteado algunos presidentes como Del Nido y Fernando Roig; igualar los ingresos por la televisión a todos los equipos. Y seguramente sería una idea que igualaría mucho más la Liga, la haría más emocionante, más interesante, y puede que ese hecho llevara a un mayor interés de los aficionados de todo el mundo por nuestra liga. Es una forma de verlo.
Pero otra forma de verlo es pensando que las televisiones pagan tanto dinero porque en la Liga juegan Madrid y Barça, y por tanto sería injusto igualar los ingresos si "los 18" se "aprovechan" del tirón de los grandes.
Formas de verlo y puntos de vista hay como personas en el mundo, aunque lo que la mayoría de los aficionados apoyarán será una Liga más abierta por el bien del disfrute y la diversión.
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